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Capitulo 24

Capítulo 24 


{Esperanza}

Me dice Enrique que esta novela se publica en libro electrónico (ebook); Dios me coja confesada si entiendo bien… ¿Quiere esto decir que no se va a publicar como se debe de publicar un libro?, es decir en papel y con su correspondiente olor a papel.

Me encanta poder pasar las páginas y que de vez en cuando se me caiga el libro en la cama, ya que suelo leer en la cama con la almohada bien colocada como blando respaldo. Enrique me está mandando un correo electrónico y me dice que también se va a publicar en su forma tradicional, pero solo cuando acabe todos los capítulos, que en ebook va a haber dos ediciones: una primera con sus 24 primeros capítulos y otra cuando estén todos los capítulos y en paralelo con la edición en libro físico. 
Bueno,  más tranquila estoy, aunque no entiendo eso de los libros electrónicos, con lo bien que nos a ido en estos últimos 500 años el poder leer y guardar los libros, el poder ir a pasar un rato a las librerías, el poder tocarlos, ojearlos (y hojearlos) y tener que hacer memoria si este o aquel ya lo tengo y ese otro que fulanito me ha recomendado o espero a fin de mes para comprarlo. ¿Os imagináis que la comida se concentrase en una píldora y que toda la recomendación que tuviéramos fuera que la cuadradita de color verde es deliciosa? Y no poder ir a un restaurante y discutir con el maître porque el chuletón estaba demasiado hecho. En fin, el tomar una copa de vino acompañada con una píldora… Solo pensarlo me da un ruidoso estornudo. 
Como Enrique no habla de política, yo voy a hacer algún comentario, pero no voy a dar mi opinión y espero no crear polémica, que después de lo del libro electrónico no pararía de estornudar, aclaro que cuando algo me molesta me entra una especie de alergia y no paro de estornudar. En mis años de juventud en España había todo tipo de situaciones no del todo democráticas, hubo dictaduras blandas y duras, muy duras, luego llegó la democracia, que trajo la paz, y sobretodo el progreso. Aquí en Tánger el estrecho de Gibraltar y el viento de levante nos protegían de las guerras y sobre todo estábamos protegidos por acuerdos que hacían las grandes potencias, manteniendo a Tánger libre de todo pecado. Cuando llegó la independencia en Marruecos, Tánger estuvo durante unos pocos años entre ser internacional o pertenecer al reino de Marruecos. Por cierto el idioma español se está perdiendo a marchas forzadas y es el francés el que ahora predomina como segunda lengua, aunque el Instituto Cervantes haga una buena labor en lo que tenga que hacer.

{Enrique}

Solo digo: amén.

¿Mundo feliz?

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